L A   M E D I C I N A   N A T U R A L   A L   A L C A N C E   D E   T O D O  S



LA TIERRA - SUELOS ADECUADOS PARA CADA PLANTA MEDICINAL

    La tierra

    Tener tierra siempre ha sido un signo de riqueza pero no por la especulación inmobiliaria de nuestros días, sino más bien porque tener tierra y agua es signo de seguridad y fuente directa de la alimentación.

    Por supuesto que es importante conocer detalles acerca de la tierra como por ejemplo que: nitrógeno, fósforo y potasio son elementos indispensables para que la tierra sea fértil, pero lo que realmente es importante es la conexión con la tierra a través de la creatividad personal de cada uno. El concepto trabajo desaparece cuando existe esta conexión con la tierra, y se convierte en creatividad y entretenimiento en vez de duro trabajo. La huerta tiene momentos duros, de gran trabajo físico y momentos de gran felicidad al recolectar sus frutos, pero sobre todo se produce un efecto rebote de salud hacia quien la trabaja. No existe tierra estéril, cada tipo de tierra da sus frutos.

    Se cree que bastan 100 metros cuadrados de tierra por persona para tener un huerto que supla nuestras necesidades alimenticias. Claro está que esto es relativo como iremos viendo ya que hay algunas especies que requieren de más espacio como son las plantas rastreras (sandías, melones, calabazas...) No obstante si dispones de menos terreno no te preocupes y anímate a empezar porque muchas serán las satisfacciones que recibirás. A la hora de plantearse el cultivo de un huerto tenemos que tener en cuenta:

    1: La tierra que vamos a cultivar

    2: Los abonos que vamos a utilizar y de los cuales trataremos con detalle más adelante

    3: Las semillas o planteles

    4: La estación de siembra adecuada para cada cultivo

    5: Los fitosanitarios que vamos a utilizar como prevención para combatir y evitar plagas y enfermedades

    6: El agua de riego que utilizaremos tanto de calidad como cantidad disponible

    7: El clima de la región

    8: Las herramientas y maquinaria disponible para las labores de la tierra

    9: El compost

    10: Conexión con la tierra, fe y amor por ella, sin eso es mejor que te olvides de todo lo demás y sigas comprando en los supermercados las verduras brillantes y coloridas que nos llegan fruto de las grandes empresas ambiciosas que solo miran la rentabilidad de sus bolsillos y sacrifican la calidad y la salud de los demás.

    ¿Estás dispuesto a comenzar? Bien. Es probable que tengas un pedazo de tierra, un terreno que nunca se ha cultivado o un simple jardín al que le sobra algunos metros cuadrados. Empecemos por ahí y vayamos paso a paso.

    Lo primero es aprovechar todo lo que ves delante tuyo en la tierra, hierbas, piedras, maderas, etc... No tires nada, selecciónalo y busca un lugar donde guardarlo, luego comprenderás su utilidad. Hay que reciclar y la tierra nos enseña mucho sobre esto. Puedes aprovechar de paso para decidir un rincón o cerca de un muro donde vas a tirar todo los orgánico: este lugar lo llamaremos compostaje y más adelante daremos amplios detalles sobre él. Amontona la hierba que saques en un lugar que no moleste. Es obvio que este primer trabajo parece penoso, pero debemos estar dispuestos a conectar con la tierra haciendo estas tareas. Si la hierba es muy alta no podremos pasar el motocultor ya que se enredarán las hierbas, pero sí podremos arar, es decir enterrar estas hierbas con aradas que voltean la tierra dejando las hierbas casi enterradas del todo, en cuyo caso el proceso para empezar a cultivar requiere más tiempo ya que las hierbas, que tan beneficiosas son aportando muchos de los nutrientes a la tierra, deben de descomponerse antes de poder preparar la tierra y empezar a sembrar. Si lo que deseas es empezar pronto entonces te recomiendo este otro sistema en caso de que la tierra que vas a cultivar tenga mucha hierba y alta (más de medio metro). El sistema es el siguiente

    Determina la zona de cultivo que vas a utilizar y preparar

    Con una azada ancha rasura la tierra de manera que salgan las hierbas altas

    Separa poco a poco estas hierbas y amontónalas en un lugar que no molesten para usarlas en otras aplicaciones que mencionaré

    Una vez limpio el terreno de hierbas echa una ojeada a primera vista y retira con una carretilla o capazo las piedras de tamaño mediano y grandes, amontonándolas en un lugar que no molesten. Estas piedras también nos serán útiles como veremos

    Si en el terreno hay maderas, ramas, troncos, retíralos y almacénalos en algún lugar o úsalos para la chimenea

    Si dentro de este marco creado de terreno hay algún frutal o arbusto o planta perenne como rosales o geranios, etc, pódelos y no deje ramas bajas o que estorben. No se preocupe si es o no el tiempo de poda adecuado

    Ya tenemos el terreno preparado. Míralo bien desde todos los ángulos, observa su forma, sus rincones. Imagina cómo te va a quedar con las verduras, plantas medicinales, flores, etc Piensa que vas a jugar, que vas a divertirte siendo creativo con la tierra y de esa manera no será una carga para ti esta labor.

    Ahora es momento de abonar y para ello utilizaremos cualquiera de estos:
    - Estiércol de animal (si es de gallina o palomo usar en pocas cantidades)
    - Compost ya fermentado
    - Lombricia
    - Substrato natural (Se comercializa en sacos de 80 litro y más pequeños pero sale mucho más caro que el estiércol)
    Esparciremos el abono uniformemente por todo el campo pero aquí he de hacer un inciso por experiencia y deciros que es preferible trabajar por zonas que hacerlo de golpe. Los trabajos de golpe, por ejemplo 100 metros cuadrados son más pesados. Es preferible delimitar una zona pequeña, abonarla y trabajarla. Os lo explico con un ejemplo práctico: supongamos que queremos empezar sembrando un trozo de lechugas. Delimitamos una zona para unas 20 lechugas ya que las lechugas sabemos que espigan y se vuelven amargas y por lo tanto es preferible sembrarlas escalonadamente cada 15 días por ejemplo si queremos tener siempre una lechuga en la mesa. He aquí el primer grabado de cómo podría ser trazado el huerto:

    Detallamos pues el trozo que hemos delimitado para las lechugas el cual habremos abonado y removido la tierra con el fin de ablandar y mezclar bien separando las piedras que surgieran de nuevo. Esta tarea puede ser realizada con motocultor o bien a mano con ganchos, azadas y rastrillos.

    Observa que este ejemplo es de 20 lechugas sembradas en dos hileras de 10 cada una. La distancia entre cada lechuga es de un palmo aproximadamente y de un palmo y medio entre filas.

    Es importante predeterminar como vamos a regar ya que según el tipo de riego sembraremos de una u otra manera. Si el riego es con manguera podemos sembrar en superficie plana con un borde de casi un palmo de altura en su contorno exterior para que retenga el agua, y si el riego es por inundación entonces lo haremos con el sistema de caballones, un sistema que requiere demasiada agua. Todos estos detalles deberán consultarse en la sección de agua y riegos que más adelante trataremos muy a fondo.

    ¿De donde sacamos las lechugas? Pues yo personalmente me hago los planteles siempre que puedo, cuyo proceso explicaremos más adelante, pero también podéis comprar los planteles aunque muchos invernaderos los hacen con abonos químicos por lo que la elección dependerá de vosotros. Sirva para ahora esta explicación rápida de su proceso: buscamos semillas de la variedad de semilla que queremos sembrar. Hay dos maneras prácticas: una es en bandeja con orificios donde insertaremos el substrato y luego una semilla por cada agujero y otra es directamente en lo que denomino una “parada, es decir una extensión plana de tierra fértil con compost en la que esparciremos las semillas (no muy juntas) a voleo de manera que queden no muy enterradas. Los dos procesos sirven si bien el de la bandeja facilita que el trasplante se haga con tierra y todo mientras que el de la “parada” se arrancan de raíz y los primeros días da la sensación de que están muertas. No te preocupes, en dos o tres días verás como cambian su aspecto. Otro aspecto a tener en cuenta es el de las hierbas competente o no deseadas que se producen en el semillero. Existen substratos sin semillas, los cuales han sido sometidos a calor intenso para destruirlas.

    Seguramente te preguntarás porqué dejo pasillos o el porqué de estas formas y dibujos.. No es ninguna teoría, es lo que muchos años de práctica me ha enseñado. El verdadero curso práctico, la verdadera enseñanza no te la dará este libro ni ningún gurú o maestro iluminado, te la dará el contacto personal con la tierra, y para ello tendrás que embarrarte las manos, ver como las gotas de tu sudor caen sobre la tierra, sentir la conexión de todo tu ser con la tierra que te alimenta y sana tus dolencias. Volviendo a las formas y dibujos os diré que a la hora de recoger los frutos, hortalizas, verduras, frutas, etc, necesitareis pasar con vuestro cesto, así como cuando queráis cavar las hierbas o regar, así que acordaros antes de sembrar de esto porque luego será tarde. En un huerto es muy importante las distancias porque al principio la visión es muy engañosa, pero cuando todo crece se convierte en una selva infranqueable y molesta muchas veces incluso para las propias plantas sembradas las cuales deben de competir por el espacio y la luz. Os lo digo por propia experiencia, tomad nota y os ahorrareis problemas. Os pongo un ejemplo de huerto vivo de los muchos que he realizado.

    No os preocupéis muchos de la geometría, lo importante es que sea práctico. Una gran ventaja de estos procedimientos es que el hortelano pueda acceder fácilmente sin pisar lo cultivado y sin tener que hacer malabarismos para llegar a la recolección o simplemente para cavar o remover las tierra. No os sintáis nunca inútiles si al principio no os sale del todo bien. Observad bien vuestro huerto, mimadlo, trasmitir vuestra energía, las ideas os vendrán solas. No tengas prisa, las prisas nunca han sido buenas en la huerta, las empresas que cultivan con herbicidas, pesticidas y abonos químicos tienen prisa para obtener beneficios y no les importa para nada la salud de los demás, simplemente se ponen al límite de la ley en cuanto a las cantidades de venenos que pueden utilizar y solo miran por sus intereses, no tienen conexión con la tierra, hasta tal punto que ya existen cultivos de hortalizas en invernaderos o mejor dicho yo llamaría en laboratorios químicos, en los cuales las plantas no se nutren de la tierra si no que están sus raíces sumergidas en líquidos químicos que las obligan a producir de una manera rápida y artificial los frutos.

    Volvamos pues a nuestro huerto que hay mucho por hacer. A estas altura ya tenemos nuestra zona del huerto delimitada y un primer trozo arado y mezclado con abono orgánico cultiva con 20 lechugas. Es un buen inicio. Si es primavera las lechugas tardarán en poder ser consumidas y llegar a tu mesa unos 20 días. Algo que es genial es que cuando vayas a consumir la lechuga no la arranques entera. LA mejor conservación es la propia tierra, así que yo lo que hago es arrancar hojas según voy consumiendo. Respecto al tema de atarlas para que sean más blancas por dentro lo dejo a gusto de cada uno ya que más blancas si serán más tiernas pero con menos vitamina D por ejemplo ya que la acción del sol es fundamental en muchas verduras y hortalizas como veremos. De la lechuga podemos aprender muchas cosas. Por ejemplo de su fama de la que goza como anafrodisíaca ya que es apta consumida cruda para facilitar el sueño y el reposo, y la verdad es que contra más amargas más efectos tiene en ese sentido.

    Seguramente te estarás preguntado acerca del sistema de riego pero ese es un apartado muy importante que trataremos más adelante en profundidad

El tipo de tierra o suelo es muy importante tenerlo en cuenta antes de la siembra de plantas medicinales y también como no en la horticultura, ya que ello afectará notablemente a la retención del agua así como a las propiedades y nutrientes de las plantas. Las plantas silvestres son un ejmplo a seguir. Cuando hablamos de su hábitat nos referimos siempre al suelo, clima, altura, etc donde prosperan. Ellas mismas saben escoger el suelo adecuado y asentándose y reproduciéndose de generación en generaación. Sólo el hombre, el gran depredador rompe este equilibrio. Ahora bien algunas especies toleran el traspalnte o bien su cultivo a partir de semillas, esquejes, raíces, bulbos... Pero aunque estas plantas las pongamos en nuestra huerta o jardín tenemos que tener en cuenta el suelo antes de sembrarlas. A continuación os expongo los tipos de suelos más comunes y las plantas adecuadas.
  • Suelos arenosos: se trata de suelos ligeros. El agua se filtra con rapidez y se lleva los nutrientes, sin embargo hay plantas que prosperan en este tipo de suelos perfectamente:
    - Ajedrea
    - Borraja
    - Cilantro
    - Estragón
    - Hierba del asno
    - Hinojo
    - Lavanda
    - Manzanilla
    - Orégano
    - Tomillo
  • Suelos arcillosos: con este tipo de suelos he tenido mucha experiencia en la isla de Ibiza. Es duro en verano y cuando se riega es pesado y pegajoso. Los hay arcillosos blanco/amarillento y arcillosos rojos. PAra jardinería no es muy recomendable. Este tipo de suelos es muy apto para determinadas plantas como veremos las cuales necesitan desarrollar sus raíces de una forma profunda.
    - Ajenjo
    - Bergamota
    - Consuelda
    - Menta
    - Hierba buena
  • Suelos franco húmedo: este tipo de suelos favorece aquellas hierbas de raíces profundas y de crecimiento espontáneo en suelo pesado. Estos suelos para mejorarlos hay que rastrillarlos frecuentemente
    - Acederas
    - Alquimila
    - Angélicca
    - Bergamota
    - Melisa
    - Menta
    - Perejil
    - Perifollo oloroso
    - Ulmaria
    - Valeriana
  • Suelos húmedos: se tratan de suelos poco drenados en los que el agua es retenida. LA mayoría de las hierbas detestan este tipo de suelos, pudriendo incluso las raíces muchas veces. Sin embargo hay plantas que se encuntran muy a gusto en este tipo de suelos
    - Angñelica
    - Bergamota
    - Berro
    - Malvavisco
    - Ulmaria
    - Valeriana
  • Suelo franco: es el suelo ideal para muchos tipos de hierbas, se trata de un suelo rico en nutrientes y bien drenado.
    - Albahaca
    - Alcaravea
    - Alquimila
    - Cebollino
    - Cilantro
    - Eneldo
    - Hierba gatera
    - Hinojo
    - Laurel
    - Levístico
    - Perejil
    - Perifollo
    - Romero
    - Ruda
    - Salvia
    - Tomillo

 Nuevo CD ROM a la venta: El Huerto Vivo!
Agricultura y horticultura biológica, cereales, cultivo de plantas medicinales
Fitosanitarios, asociaciones y rotaciones, las lunas, etc
Elaborado por la comunidad de
EcoSalvia
Más información de este CD ROM


Horticultura Biológica
Te ofrecemos una selección de los mejores temas relacionados con la horticultura
y la agricultura biológica. Poco a poco Ecoaldea irá añadiendo más información,
más novedades y como siempre con contenidos de calidad y rigurosos, frutos de nuestras
experiencias prácticas de más de 20 años en agricultura biológica

El Compost

Reciclaje

El Invernadero

Fitosanitarios

Los insectos

Suelos


  Influencia lunar 
Huerto vivo paso a paso

Cultivos

Métodos de propagación

Contactos de interés

Artículos de interés

Libros

Todos los derechos reservados - Ecoaldea.com  - Desde 1996 en Internet