Definición
El
sarampión es una enfermedad que además de ser frecuente es
muy contagiosa.
Afecta
principalmente a los niños, sin descartar los mayores.
Incubación:
10 días antes de manifestarse.
Suele
empezar con catarro, inflamación de la
nariz, flujo nasal, dificultad respiratoria, lagrimeo de los ojos,
intolerancia a la luz, inflamación de los bronquios,
tos,
ronquera.
Aparecen
manchas pequeñas rojas en la parte interna de los carrillos, que
tienen un puntito blanco en el centro.
Aparecen
en la piel a los dos o tres días,
gran número de pequeñas manchas del tamaño de una
lenteja, primero en la cara y después en todo el cuerpo.
La
fiebre alcanza los 40º, luego desciende hasta desaparecer por completo.
El
proceso es de 6 a 8 días.
Conviene
permanecer en cama hasta que no existan complicaciones.
FITOTERAPIA
Receta
Nº 1
Plantas:
Pensamiento,
(10 gr)- Hinojo, (15)- Saúco
flores, (20)- Manzanilla, (15)- Escabiosa,
(20)- Cola de caballo(25)
Infusión.
Una cucharada sopera por taza. Cinco tazas al día.
Receta
Nº 2
Plantas:
Escabiosa,
("20 gr) -Anís verde, (10) -Tila,
(15) -Bardana, (15) -Centaura,
(15)
Preparación:
como receta anterior
Una
infusión ideal para los niños que padecen sarampiónes
la elaborada con hisopo y malvavisco, puesto que ambas plantas ejercen
una acción muy beneficiosa sobre la tos, que generalmente
acompaña a esta enfermedad. Mezcle en un tarro de cristal que se
pueda cerrar herméticamente, 30 g de hisopo seco (Hyssopus officinalis
L.), 30 g de hojas y flores secas de malvavisco (Althaea officinalis
L.) y 30 g de llantén mayor (Plantago major L.); ponga
una cucharadita de la mezcla de plantas medicinales en una taza y vierta
agua hirviendo encima, déjelo reposar durante 10 minutos y administre
una taza de infusión, 4 veces al día preferentemente antes
de las comidas y la última por la noche. Como el sabor de la infusión
puede no resultar agradable para los niños puede endulzarla empleando
2 ml de extracto fluido de regaliz (Glycyrrhiza glabra L.).
Para
descender la fiebre y aliviar el malestar general tome infusiones de cardo
santo y milenrama. Mezcle a partes iguales cardo santo seco (Cnicus
benedictus L.) y flores secas de milenrama (Achillea milefolium
L.), ponga una cucharadita de la mezcla en una taza, añada agua
hirviendo y déjelo reposar durante unos 10 minutos. La dosis recomendada
es de 2 tazas al día.
La
siguiente receta combina la acción terapéutica de varias
plantas medicinales para lograr la mejoría del sarampión.
Mezcle 10 g de flores secas de pensamiento (Viola tricolor L.),
15 g de frutos de hinojo (Foeniculum vulgare M.), 20 g de flores
secas de saúco (Sambucus nigra L.), 15 g de flores secas
de manzanilla (Matricaria chamomilla L.), 20 g de hojas y flores
secas de escabiosa (Knautia arvensis L.) y 25 g de tallos estériles
de cola de caballo (Equisetum arvense L.), guarde el preparado en
un bote de cristal con tapa y para preparar la infusión ponga una
cucharada sopera de la mezcla en una taza, añada agua hirviendo
y déjelo reposar durante 10 minutos; transcurrido el tiempo cuele
la infusión y tome 5 tazas al día.
Si
quiere aliviar los síntomas y mejorar la evolución del sarampión
mezcle 20 g de hojas y flores secas de escabiosa
(Knautia arvensis L.),
10 g de frutos anís verde (Pimpinella anisum L.), 15 g de
flores de tila (Tilia platyphyllos S.), 15 g de bardana seca (Arctium
lappa L.) y 15 g de flores de centaura
(Centaurea centaurium).
La forma de preparar la infusión es exactamente igual a la explicada
anteriormente y la posología también es la misma.
Para
calmar la irritación de los ojos aplique baños oculares
con una infusión de eufrasia. Para preparar esta infusión
ponga una cucharadita de eufrasia (Euphrasia officinalis L.) en
una taza y añada agua hirviendo, déjelo reposar durante 10
minutos aproximadamente y después cuele bien la infusión,
y limpie bien los ojos con una gasa estéril impregnada en
ella.
Tome
ajo en abundancia ya que incita a salir los granos, es decir incita
al organismo a que expulse las toxinas acumuladas.
Un
remedio muy usado para tratar todo tipo de erupciones consiste en aplicar
directamente sobre la zona afectada compresas empapadas en una decocción
de la raíz de jengibre (Zingiber officinale R.).
Cuando
de pequeño contraje el sarampión recuerdo que mi abuela
me preparaba todos los días un zumo de limón con miel para
acelerar la curación.
Por Joan Sisa