AJO

      Nombres

      Botánico: Allium sativum.

      OTROS NOMBRES:

      - Castellano: Ajo común, Baracatza

      - Portugués y gallego: alho o alho-hortense.

      - Catalán: all.

      - Vasco: beratz, baratxuri, barahatz, barakatxoa.

      - Italiano: aglio.

      - Francés: ail.

      - Inglés: garlic.

      - Alemán: knoblauch.

      FAMILIA: Liliáceas.

      DENOMINACIÓN FARMACOLÓGICA: Bulbo= Alii sativi bulbus.

      ÉPOCA DE FLORACIÓN: Tres meses despues de su siembra.

      RECOLECCIÓN Y PREPARACIÓN: En cultivo, el ajo requiere de un terreno pesado, bien abonado pero sólo moderadamente húmedo. Cuando las hojas se secan se desentierran los bulbos con la planta, se atan en manojos y se secan a la sombra.

      SUSTANCIAS ACTIVAS: Alicina con propiedades antibióticas (se desarrolla bajo la acción de un fermento a partir de aliina), vitaminas A y B1, amida del ácido nicotínico y vitamina C. Además hay hormonas, que actuan de modo similar a las hormonas sexuales masculinas y femeninas, y fermentos, colina, ácido hidrorodánico y yodo.

      PARTE EMPLEADA: Los bulbos, llamados cabezas, que se fraccionan en "dientes de ajos".

      PROPIEDADES: Estimula el apetito, activa las funciones digestivas, muy antiasmático, antiséptico y depurativo.

      INDICACIONES: El ajo está muy indicado enfalta de apetito y digestiones lentas, catarros del intestino, diarreas persistentes. Disminuye la presión arterial. Contra los gusanos. Antiséptico del intestino. Muy adecuado contra la arteriosclerosis y la bronquitis. Cuando existen gusanitos blancos en el recto se expulsarán haciendo lavativas de entre 6 y 10 dientes de ajos en medio litro de leche, en infusión. Contra los dolores reumáticos se aplican cataplasmas de ajo machacado.

      El homeopático "Allium sativum" se emplea en las potencias D3 a D6 para los casos de bronquitis crónica, trastornos digestivos, reuma y dolores musculares o en los miembros. Se recomienda también "una cura de ajo" con diluciones homeopáticas como medida preventiva contra el envejecimiento prematuro. En cualquier caso y en periodos prolongados de tiempo hay que tomar, por la mañana y al mediodía, 10 gotas de la sexta potencia. Esto permite conservar las fuerzas y el bienestar hasta una edad avanzada. En ocasiones se recomienda a las personas ancianasen el homeopático en la potencia D3 para prevenir los fenómenos degenerativos seniles. Se trata en estos casos de personas con exceso de peso que gustan de comer copiosamente (sobre todo carne). Suelen estar aquejados de disnea y asma y el más mínimo cambio en su alimentación les provoca flato y diarreas. Se obtienen buenos resultados tomando tres veces al día 10 gotas.

      EMPLEO COMO CONDIMENTO: Resulta muy apropiado como condimento debido a que actúa preferentemente sobre el estómago y el intestino. Su único inconveniente muchas veces es el olor, aunque actualmente existen las cápsulas de aceite de ajo o perlas sin olor. En la cocina mejora los alimentos en cuanto a sabor volviéndolos más digestivos. Es muy adecuado en picadura fina con perejil para añadir a las ensaladas.

      RECETA DE SOPA DE AJO:
      Se cortan muy picaditos 6 dientes de ajo grandes y se frien en aceite de oliva hasta que queden ligeramente dorados. Se añade 3/4 de litro de caldo vegetal al gusto y se deja que dé un hervor. Se quita el recipiente del fuego y se mezclan dos claras de huevo. Se baten en una taza con dos cucharadas de vinagre y se añade a la sopa. se adereza con sal y pimienta y poco antes de servir se completa con albahaca fresca o eneldo, tomillo o perifollo. Se llenan cuencos con trozoz de pan negro tostados y se le añade la sopa.

      EL AJO COMO REMEDIO CASERO: Se le utiliza para fines medicinales desde hace más de 5000 años. Según nos cuenta Horodoto, a los trabajadores empleados en la construcción de la pirámide de Cheops, les daban a comer ajos, cebollas y rábanos, para que se mantuvieran sanos y fuertes. Se sabe que los fenicios, los griegos, los romanos y los germanos valoraban en esta especie tanto sus propiedades culinarias como medicinales. El principal uso en medicina popular es en las enfermedades de las vías respiratorias. Para combatir la bronquitis y la tos ferina se administran preparados de esta planta: el zumo fresco, los dientes triturados en leche con miel o zumos dulces preparados según antiguas recetas. Como ejemplo citaré uno de estos remedios caseros: "Zumo de ajo: Se machacan o pican muy finos 5 dientes de ajo y se mezclan con 5 cucharaditas de azúcar. Se añade agua, se calienta hasta la ebullición y se cuela después a través de un paño. El líquido obtenido se bebe a cucharadas distribuyéndolo a lo largo de todo el día. Este zumo es muy eficaz contra la bronquitis y la tos."

      EFECTOS SECUNDARIOS: Carece de ellos si bien algunas personas pueden ser alérgicas al ajo y otras tener problemas con las paredes intestinales causándoles ardores y molestias diversas ya que el ajo es corrosivo. Su intenso olor es un "defecto estético".

      USO: Entre 3 y 10 dientes de ajo al día, partidos en pequeños pedazos y tragados con agua o mezclados en las ensaladas.

      Composición 
      El ajo contiene en todas sus partes, pero, sobre todo, en el bulbo, una substancia sulfurada inodora llamada aliína.

      La aliína, por la acción de un fermento contenido en los propios ajos, la aliinasa, primero se convierte en aliicina, y después en disulfuro de alilo, ya con el característico olor a ajos.

      Comentario de Dioscórides 
      Dioscórides se refiere al ajo en el capítulo 141 del Libro II, y dice así:
      Hállase un ajo doméstico y hortense, en Egipto, el cual es blanco y tiene una sola cabeza, ni más ni menos que el puerro, los dientes de la cual se llaman en lengua dórica aglithes. Hay otro ajo salvaje llamado ophioscorodon, el cual es corrosivo de todas las partes superficiarias del cuerpo. 
      Este, comido, expele aquellas lombrices del vientre que parecen pepitas de calabaza, y provoca la orina. Tiene todo ajo virtud aguda, caliente y mordicativa: expele todas las ventosidades, perturba el vientre, enjuga el estómago, engendra sed, digere los vapores ventosos, desuella el cuero, y, comido, debilita la vista.
      De más desto, es útil a las mordeduras de víboras, del hemorroo y de cualesquiera otras serpientes, bebiéndose vino tras él o dándose deshecho con vino. Aplícase contra los mesmos daños, y puesto en forma de emplastro, socorre a los mordidos de perros rabiosos, a los cuales, comido, es útil. Hace que las mudanzas de las aguas no ofendan, y clarifica la voz, comido, crudo y cocido, ablanda la tose antigua; y bebido con cocimiento de orégano, mata las liendres y los piojos.
      Quemado y mezclado con miel, sana los acardenalados ojos, y restituye los cabellos que hizo caer la tiña si se aplica con aceite llardino. Cura las vejigas y postillas que salen por todo el cuerpo, aplicado con sal y aceite. Extermina los alborozos (léase, albarazos), los empeines, las pecas, las llagas manantias de la cabeza, la caspa y la sarna, mezclado con miel.
      El cocimiento de ajo, cocido con tea y encienso, relaja el dolor de los dientes si se enjuagan con él. Aplícase majado con hojas de higuera y cominos, contra las mordeduras que hizo el musgaño. El cocimiento de sus hojas provoca el menstruo y las pares si se sientan sobre él.
      Sirve también a este efecto el perfume del ajo. La pasta que se hace del ajo y de las aceitunas negras, llamada mittoton si se come provoca la orina, desopila los póros y es útil contra la hidropesía.

      Comentario de Andrés de Laguna:
      Llámase el ajo doméstico, en griego, scorodon, y el salvaje ophioscorodon, que quiere decir serpentino, porque huyen dél las serpientes o porque su tallo tiene algo de la figura de la serpiente. Llámanle algunos aproscorodon, que significa espumoso ajo, porque su cocimiento levanta una grande espuma. Es el ajo salvaje harto menor que el doméstico, aunque en el olor y sabor se parece a él infinito.
      Sus hojas son muy estrechas y el tallo delgado, encima del cual sale una flor bermeja, con cierta simiente negra. Suelen los boticarios y médicos imperitos usurpar esta planta por el scordio legítimo el cual es semejante al camedris, y meterla dentro de la theriaca, y esto engañados de la conformidad de aquestos vocábulos scordion y scovodon.
      Confunden también los médicos ignorantes, con el ophioscorodon otras diversas plantas, conviene a saber, el scorodoprason y el ampeloprason, de las cuales aquella primera es una hierba jenízara, quiero decir mestiza del ajo y del puerro, y estotra es el puerro salvaje, que nace por los prados y por las viñas.
      Espántanse algunos que los ajos aplicados por defuera corroan el cuero y engendren llagas en las partes superficiales, sobre las cuales se aplican; y comidos no ofenden a a las internas, aunque son muy más delicadas que las externas; empero aquellos no consideran que los ajos, cuando se aplican al cuero, tienen sus cualidades puras y enteras, y, sin moverse nada, perseveran mucho tiempo sobre la mesma parte lo cual es muy necesario para que las medicinas corrosivas puedan ejercitar sus fuerzas.
      Mas en los ajos que ordinariamente se comen vemos todo lo contrario. Porque, primeramente, cuando se mascan, pierden mucho de su virtud, la cual se embota con la saliva que con ellos en la boca se mezcla, y, después de mascados, en descendiendo al estómago, se envuelven con las otras viandas y con ellas discurren por todo el vientre sin hacer hincapié o parar en alguna parte.
      Son calientes y secos los ajos en el exceso segundo, y, según afirma Galeno, son familiar theriaca de rústicas gentes. Quieren infamar algunos el ajo diciendo que engendra ventosidades, a los cuales contradice Galeno en la fin del octavo Libro de la método curativa.

      MÁS SOBRE EL AJO
      - Las primeras noticias de su uso datan de la cultura egipcia.

      - Es originario de Asia Central.

      - En la cuenca mediterránea se ha cultivado excepcionalmente.

      - En el año 1550 A.C se dan recetas curativas en el papiro egipcio de Ebbers. Se recomienda contra las infecciones y los tumores.

      - Los griegos eran grandes consumidores de ajos crudos.

      - Los griegos le dieron el nombre de rosa picante (Ophioscorodon)

      - Celso, un famoso médico romano, lo utilizaba contra la desnutrición y en fibres intermitentes antes de la subida de ésta.

      - Marcial, poeta romano, elogiaba sus virtudes afrodisíacas

      - Un diente de ajo aporta 7 calorías de energía.

      - Un diente de ajo tiene 31 mg de proteína, 1,4 mg de calcio, además de fósforo, hierro, sodio, potasio y vitaminas B1, B2, B3 y C.

      Lareceta budista a base de ajos:

      - Realmente os la recomiendo. Puede encontrarla en Receta budista

       

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