Esta planta herbácea, de largo tallo coronado por
racimos de flores, es conocida sobre todo por su aspecto decorativo. Lo es menos
por sus virtudes medicinales, importantes sin embargo: su harina, obtenida de
sus semillas es muy apreciada para tratar la dermatosis y revitalizar las pieles
apagadas. El extracto de altramuz blanco, rico en proteínas y en azúcares ha
dado prueba de su eficacia para mejorar la estructura de la capa córnea,
reforzar la barrera cutánea
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